jueves, 7 de junio de 2012

Pues es en esta noche oscura en la que me pongo a escuchar Roxette...







Pues es esta noche oscura en la que me pongo a escuchar Roxette, chateo con gente que no conozco (Es mi favorita porque te puede contar cosas que no le cuenta a todo el mundo y vos podes hacer lo mismo, porque todos tenemos miedo al que dirán, tonto, pero miedo al fin) y me doy cuenta de cómo soy, es fácil hacerlo cuando varias personas te lo repiten en un lapso de dos o tres días, diferentes personas te dicen una y otra vez lo mismo, y vos pensás "¿ese soy yo?" Y luego te das cuenta de que sí sos vos!, y comenzas a explotar esa forma de ser que crees que acabas de aprender, pero siempre estuvo a tu lado, y comenzas a hablar utilizando las palabras de moda, y las mezclas con tu propia filosofía y te das cuenta de que sabes más de lo que crees y pensás casi tan igual que el resto de la gente (Cuando vos creías que estabas medio loco) y que esa gente comparte tu pensamiento y te cuenta cómo hizo para superar sus momentos difíciles y cómo hace para irse a dormir cada noche sabiendo que todo es una mierda, y te das cuenta de que la esperanza está en todos y sentís esa fuerza, es la fuerza del corazón, y se llama amor, y querés conocerla a fondo, amar a más no poder, querer, ser querido y amado, no tenerle miedo a nada ni a nadie, porque el miedo no existe si somos felices, si estamos seguros de lo que hacemos, todos podemos equivocarnos, pero es parte de vivir y de crecer, por eso: los errores no existen. Y vos querés amar a alguien y salís a la calle a buscar, y luego recordás que alguien alguna vez te dijo que ese tipo de cosas no se encuentran, sino que aparecen solas, y volvés a tu casa, y te sentás a ver la tele, y justo a la mitad de la película romántica, alguien toca el timbre, vos, que estabas sólo en casa, viendo la peli y deseando ser el chico común que se cruza con la chica linda y ella decide amarlo para siempre después de que él, en un lapso de dos horas, hace todo lo posible por enamorarla, y al final le dice: "No te entiendo, no sé que mas hacer para que te des cuenta de que estoy loco por vos, de que te traería la luna hasta tus manos y te la regalaría para que entiendas que yo te amo" y ni bien termina de decir eso, la chica le da el beso de su vida y le dice "Sólo tenias que decir eso tonto", y dejas de comer lo que estabas comiendo y dejas de lado la posición tan cómoda que habías tomado una hora y media atrás para levantarte e ir a ver quién es en la puerta y te asomas a la ventana y ves que es un chico que pide comida, no le das bola, porque no es importante, pero el chico insiste, varias veces más, grita "¡Señora!" esperando que la doña lo atienda, y vos, re podrido de escuchar el timbre y queriendo volver a ve la peli, agarrás un paquete de galletitas de esas que compra tu vieja y que no le gustan a nadie y te vas hasta la puerta para dárselo, el te sonríe y se va corriendo hacia la esquina, y en ese momento vos ves que del otro lado viene una chica hermosa, no la habías visto nunca antes, y ella cada vez está más cerca, y vos estas casi paralizado, recordando la película y él momento del primer encuentro, ella se acerca, está sólo a unos pasos, vos no le podes sacar los ojos de encima y es entonces cuando se para a unos pocos pasos de vos y te dice: "Perdón, pero soy nueva en el barrio y no conozco nada, ¿no me podes decir dónde esta la verdulería por favor?" y vos, que casi no podes reaccionar, le decís: "Está allá, dando la vuelta a la esquina", ella se te queda mirando, parece que le gustaste, pero vos sos muy boludo y estas paralizado, no te podes mover, no emitís sonido alguno, de fondo se escuchan las voces de los actores de la película que estabas mirando, la chica decide seguir su camino, cansada de esperar a que digas alguna palabra que le sirva de excusa para quedarse a tu lado el resto de su vida, vos entrás a tu casa después de mirarle el culo hasta que da la vuelta a la esquina, notaste que ella se volteo dos o tres veces a mirarte, pero no hiciste nada, mientras estás cerrando la puerta te decís a vos mismo: "Que pelotudo que fui, ella era hermosa, estaba bárbara, y yo, ni le pregunte el nombre, soy un tarado", regresas a ver la peli, retomás la cómoda posición que tenias antes y empezás a notar que en la película están pasando cosas que te hacen sentir identificado, ya sea con lo que te acaba de pasar o con alguna experiencia anterior en la vida, esa tonta vida deprimida que tenés, siempre viviendo en el pasado, sabes que sos un tonto, pero no sabes cómo dejar de serlo, y después de unos cuantos minutos, diez a lo sumo, el timbre vuelve a sonar, te volvés a parar, pensás que es tu vieja y tus hermanas que vuelven del centro comercial y de comprar todas cosas para ellas, y estas bastante irritado por varias cosas: Si son ellas, van a interrumpir esa soledad que tanto te gusta para poder ver la película, van a quebrar el silencio que inunda el ambiente, tu ambiente, vos te sentías en el cine, sólo y feliz, viendo la película de amor más linda que viste, porque cada una que ves es mejor que la otra que te había dejado re enamorado, también te sentís molesto porque te tenés que volver a parar y estás enojado con vos mismo por no haber entablado charla con la chica más hermosa del mundo, la que acaba de pasar frente a vos sólo unos minutos atrás. Así que, enojado y queriendo destruir casi cualquier cosa que se mueva, te atrevés a tomar las llaves y ves por la ventana, ¡¡es ella, es la chica de antes!! Y vos le agradeces a todos los Dioses por ponerla de nuevo frente a vos, abrís la puerta, y te acercas lo más posible a ella, ella comienza a hablarte y lentamente vos te perdés en su belleza nuevamente, esta vez no sos tan estúpido como para dejar pasar la oportunidad, y después de media hora de estar hablando en la puerta, le ofreces acompañarla a casa. Su casa queda sólo a una cuadra, tal vez menos, vos te sentís agradecido y deseas con todo tu corazón que ella no tenga novio, lo anhelas más que nada en ese momento, el tiempo vuela, y de un momento a otro, estás parado en su portal, ella te dice mil y una cosas, de las que vos, con suerte, te acordás dos, estas totalmente perdido en su belleza, en su dulzura, en sus ojos, en las ganas de darle un beso, uno que te de ventaja sobre todos los demás que intenten conquistarla, uno que le haga saber que la querés para vos, uno que la vuelva loca, y que caiga rendida a tus pies, de repente, se le caen al suelo las llaves, vos te agachas como un caballero bien educado que sos y te das cuenta de que en realidad, sos ahora vos el que esta a sus pies, dibujas una sonrisa pequeña, le das las llaves, ella te agradece y te dice que "sos un dulce", vos te volvés loco, te crees que esa fue una señal para que le rompas la boca, pero no lo haces porque algo que se llama autocontrol te lo impide, odias a ese maldito autocontrol que te inculcó la sociedad y tus padres, te cagas en él y le decís que ella es la cosa más linda que habías visto en tu vida, ella te mira con los ojos azules más dulces del mundo, y te sonríe... De repente, estás volviendo a tu casa, con un beso en la boca, y una cita pendiente para el día siguiente, llegas a la esquina y ves al chiquillo que había ido a pedirte algo de comer, está comiendo las galletitas que le habías regalado, te das cuenta de que si no hubieras atendido al chico (como era tu idea original), nunca hubieras conocido a la chica que seguramente para ese entonces, sea ya, el amor de tu vida, porque, claro, vos con 17, casi 18 años no tenés un millón de amores, encima sos medio introvertido, así que como mucho, tuviste una o dos novias, te acercas al chico y le das las gracias, para tu sorpresa él te dice "de nada" y nuevamente se va corriendo hacia la esquina, vos te quedas atónito ante su respuesta, y decidís perseguirlo, lo corrés, vas rápido, probablemente sos dos o tres veces más rápido que él, pero él había empezado a correr mucho antes y ya está llegando a la esquina, le da la vuelta a la misma, y vos llegas unos segundos después, para tu sorpresa, el chico ha desaparecido y sólo está el paquete de galletitas sobre una pequeña columna, en el portal de una casa, estás totalmente shockeado por la situación, no entendés nada, pero decidís regresar a tu casa, queriendo creer que el chico entro en alguna casa o desapareció mediante algún medio de transporte o algo que sea científicamente comprobable, regresas a tu casa, entras, te volvés a sentar y seguís mirando la película, de pronto tu celular hace un "pi" y vos te das cuenta de que habías recibido dos mensajes en tu ausencia, uno era de tu madre, que decía que ya estaban yendo de regreso a casa, y el otro era de un número desconocido, lo lees y dice "Gracias por el beso más lindo, ya quiero que sea mañana para verte", te das cuenta de que es de Jenny, la chica que acababas de conocer, de repente una sensación de felicidad invade tu cuerpo y volvés a dibujar la sonrisa que habías dibujado antes, estando a los pies de Jenny, en ese momento escuchas que alguien introduce una llave a la puerta principal y entra, son tu madre y tus hermanas...

En otro lado, una charla se desata entre dos personajes: Un Niño y su Padre...
Padre:- ¡Ya te dije mil veces que no te podés seguir escapando a buscar golosinas y cosas dulces por ahí!
Niño:- ¡Pero es que a mi me encantan las cosas dulces!
Padre:- ¡Sí, y les haces favores a aquellos que te las regalan!, ¡eso está mal!
Niño:- ¡No está mal cuando es por una buena causa!, además, el amor jamás es un favor...
Padre:- ¡Como quieras!, no te vuelvas a escapar, y ahora anda a buscar tu arco y flecha que tenés que ir a practicar tiro al blanco con tu madre...



"En este mundo no existen las casualidades, solo existe lo inevitable."

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